Tuesday, November 15, 2011

Reforma Pro-salud

Porque el cuerpo de un cristiano es el templo del Espíritu Santo, el creyente deseará salvaguardar su salud por la siguiente ley natural, desechando los alimentos que destruyen la salud y los hábitos perjudiciales de vida, y siendo moderado en el uso de las cosas que sean buenas. 1 Corintios 3:16, 17; Filipenses 4:5.

Los hábitos del vestuario son un índice del carácter. La modestia cristiana y el amor propio, requieren abstenerse de las modas extravagantes del mundo. Referencias: 1 Pedro 3:1-5; Isaías 3:16-24; 1 Corintios 11:15; 1 Timoteo 2:9.

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